Colección: Humidificadores para Dormir

Dormir con un humidificador puede mejorar la calidad del aire en tu habitación, aliviando la sequedad en la piel, los ojos y las vías respiratorias. Además, ayuda a reducir la congestión nasal, la tos y otros síntomas de resfriados o alergias. Sin embargo, es importante asegurarse de que el humidificador esté limpio y que la humedad no sea excesiva, para evitar la proliferación de moho y bacterias.

Coloca el humidificador a unos 1-2 metros de la cama, sobre una superficie elevada, estable y plana, para asegurar una buena distribución del vapor. Evita colocarlo directamente al lado de tu cabeza o sobre aparatos electrónicos. Asegúrate de que no esté en una corriente de aire y de mantener la habitación bien ventilada.

Sí, es seguro si el humidificador es de buena calidad, está limpio y se usa correctamente. Lo ideal es que tenga apagado automático, funciones silenciosas y control de humedad para evitar excesos.

El más recomendado para dormir es el humidificador ultrasónico de vapor frío, ya que es silencioso, eficiente y no emite calor. Algunos modelos también incluyen luz nocturna y difusor de aromas suaves.

Para dormir, se recomienda el vapor frío, ya que es más seguro (especialmente si hay niños), más silencioso y eficaz en mantener el nivel de humedad sin elevar la temperatura del ambiente.

Evita usarlo si ya hay alta humedad en la habitación (más del 60%), ya que puede favorecer la aparición de moho. También si no puedes mantener una buena limpieza del dispositivo.